Gracias, Gus Rodríguez
En los años noventa todos éramos fans de Club Nintendo, la revista que marcó cómo debía hablarse de videojuegos en México. En sus páginas, conocimos a varios héroes de ese tiempo, los enigmáticos Axy y Spot, Pepe Sierra, pero sin dudas, quien se ganó a todos por su carisma, fue Gus Rodríguez, quien después fue conductor de Nintendomania, el programa que lo cambió todo, que transformó las mañanas de los sábados en algo especial.
Ahí, en Nintendomanía, me gané un Nintendo 64, que me entregaron en uno de los programas. No puedo describir la emoción de ese momento, es mi consola favorita, me la ganaba en Nintendomanía y me la entregaba Gus Rodríguez y Maggie.
Momentos antes de grabar, al llegar al foro, vi a Gus caminando en un pasillo, con las manos en los bolsillos del pantalón, alguien le gritó “Gus, él es el que se ganó el 64”. Caminó hacia mi y me felicitó, hasta ese momento sólo lo había visto en el programa o en las páginas de la revista, y no pude articular palabra alguna, tenía 16 años, sólo pude decir “gracias” después de varios segundos intentando decir algo.
Por suerte, logré cumplir el sueño de escribir en Club Nintendo, y muchas veces me tocó platicar con él. En especial recuerdo un desayuno mientras platicábamos de un texto que escribí de Zelda para las pláticas de dimos en El Palacio de Hierro, me dijo que de dónde había sacado toda esa información, se asombró de la cantidad de referencias y me pidió publicarla, lo cual hicimos meses después.
Recuerdo que en esas pláticas, una vez fuimos a Puebla, íbamos en una camioneta, todo el equipo de Club Nintendo, yo iba adelante con él, comiendo papas. En ese momento pensé, “No puedo creerlo, soy parte de Club Nintendo, vamos a dar una plática de Zelda y voy con Gus comiendo papas.” Valoraba mucho esos momentos.
De las últimas veces que lo vi en persona, como siempre, le mostré el video de Nintendomania cuando me regala el Nintendo 64, y me dijo “No puede ser, no puede ser”, pensé que se refería a la suerte de haberlo ganado y después trabajar en CN, pero no, después completó diciendo “Tiene más de 15 años, yo me veo viejo y tú sigues igual”.
Hay mucho qué decir de Gus, pero creo que lo único que puedo decir, es gracias. Gracias porque en las páginas de CN aprendí a ser apasionado, a amar los videojuegos, a saber que siempre hay una recompensa más allá del Game Over. Gracias, Gus.
Acá dejo un podcast de El Templo del Tiempo en el que nos acompaño, contando la historia de Club Nintendo.
https://open.spotify.com/episode/7IQM9P11FYOMcxEzwYpCRq
Acá el video de Nintendomania en el que me da el Nintendo 64.
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